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El nuevo adiestramiento en positivo: Toda una realidad

El adiestramiento canino en Madrid es hoy en día muy utilizado por personas de edades muy dispares, si bien antes era típico que un perro solo lo trabajara una persona de edad comprendida entre los 25 y los 40 años, hoy, tenemos trabajo con todo tipo de personas con rango de edades que nada tenían que ver con los de antes.

Esto hace que el adiestramiento canino en Madrid se haya disparado y hoy en día se esté adiestrando a un gran número de perros en la ciudad. Contra más perros hay, más personas hay interesadas en que le ayudemos a solucionar los problemas que le surgen con sus perros o simplemente quieren educación desde un principio para prevenir dichos problemas en el futuro.

Adiestramiento canino en Madrid en positivo vs tradicional

Sin ánimo de excluir ni ofender a nadie debemos decir que contra más nuevo y positivo es el método a emplear más costoso es de enseñar a personas con edades avanzadas y que no han tenido ningún tipo de formación académica. Como hemos dicho al principio volvemos a recalcar que no es nuestra intención ofender a nadie. Para poner un ejemplo lo haremos sobre nuestros propios abuelos: mi abuelo Francisco tiene una perrita Podenco de 2 años de edad, antes de que yo me dedicara al mundo del adiestramiento canino mi abuela ya había adiestrado a sus perros anteriores y estaba enormemente satisfecho con los resultados.

Los problemas que siempre a presentado mi abuelo con sus perros siempre eran los mismos, tiraban de la correa mucho. Cuando estos perros se trabajaron en su día se hizo con una adiestramiento basado en el castigo y con collares de ahogo, evidentemente el perro dejaba de tirar por miedo a las consecuencias. Cuando yo empecé en este mundo le dije a mi abuelo que ya estaba capacitada para poder enseñar y adiestrar a su perro Podenco.

El problema que me encontré es que para no usar este tipo de collares necesitaba que el propietario (en este caso mi abuelo) le resultaba muy difícil entender todos los principios básicos en psicología y no quería gastar tanto tiempo en enseñar a su perra. Prefería el método del dolor ya que este era muy sencillo de utilizar, tan solo tenia que tirar de la correa para ahogar a su perro y que dejara de tirar.

La opción de complicarse lo más mínimo le resultaba muy cansada y al mismo tiempo me hacía referencia una y otra vez que era demasiado complicado el método nuevo. Mi abuelo me repetía una y otra vez que si el hubiera tenido estudios quizás tendría más capacidad para entender aquello que yo intentaba transmitir ya que el había trabajado en el campo desde los 10 años de edad hasta que le llegó la edad de jubilación. Exactamente igual era lo que le ocurría con las nuevas tecnologías, no se quería complicar nada y prefería no llevar ni teléfono móvil.

Capacidades de nuestros mayores para el adiestramiento canino en positivo

Creo firmemente que nuestros mayores pueden realizar un trabajo de este tipo en sus perros, otra cosa es que no quieran, pero dado que tienen la capacidad de aprender es nuestro trabajo como adiestradores caninos hacerles saber que pueden y que deben tratar bien a sus perros.

Adiestramiento canino en positivo en Madrid

Dicho todo esto y habiendo puesto el ejemplo anterior queda claro que no creemos que las personas mayores no tengan capacidad para realizar un adiestramiento con su perro más respetuoso y basado en los conocimientos y no en el dolor. Pero para mi asombro tengo que decir que esto está mejorando en los últimos años y es que creo que el hecho de que cada vez más haya educadores caninos que trabajen en positivo está empujando a todas la personas en general que no querían complicarse a optar por este método ya que después de muchas llamadas a compañeros se encuentran con que mayoritariamente se utiliza esta forma de trabajar y al no ser que den con una escuela tradicional no tienen más remedio que adiestrar a su perro de forma positiva.

Queda claro que más que un problema de edad es un problema de actitud y los perros no deberían pagar el coste de la falta de actitud de sus dueños.